Páginas

martes, 13 de octubre de 2015

Alhorí y sendero del avión

El Alhorí en su barranco
En el invierno de 1960 un avión militar norteamericano con 24 personas a bordo, tuvo un accidente sobrevolando Sierra Nevada. Procedía de Nápoles y se dirigía a Rota. El accidente se produjo a 2.500 metros de altura, justo por debajo del Picón de Jeres en un paraje llamado Paratas de Chorreras Negras. Incomprensiblemente por la dificultad, el piloto consiguió posar el avión sobre la nieve de un pequeño "rellano" a muy pocos metros de tremendos desfiladeros. Hubo heridos pero sólo uno grave y ningún muerto. Tras el milagroso aterrizaje los vecinos de Jeres acudieron al rescate en mitad de la noche y la ventisca. Para cuando al día siguiente llegaron los auxilios ellos ya había iniciado el rescate.


Sin duda para que la realidad pareciera fantasía, el segundo herido grave que hubo no iba en el avión sino que fue un vecino de Jeres. Resultó alcanzado por un disparo fortuito de la guardia civil (!¡) Parece cosa inventada por Berlanga y Azcona. No he encontrado explicación a este "incidente".

El panel que recuerda el accidente del avión
 Recientemente se ha señalizado por el ayuntamiento de Jeres el sendero al que se denomina "del avión", clasificado como PR-A 344. Parte de Jeres en una larga y pesada subida pero nosotros lo iniciamos en el refugio de Postero Alto desde donde por el sendero Sulayr alcanzamos la ruta original pues parte de la subida es compartida por ambos senderos. El del avión se desvía a la izquierda para seguir subiendo hasta la acequia del Corazón y alcanzar Chorreras Negras. Desde allí hicimos el regreso por una somera y a menudo empinadísima vereda que cruza el barranco del Alhorí. No fue esta una ruta larga pero sí de fuertes pendientes y con la dificultad de que en algunos puntos se pierde la vereda en canchales de piedra suelta que dificulta el andar. El acceso a Postero Alto se hace desde Jeres por pista de tierra, unos 12 Km. con un tramo final no siempre óptimo para turismos.

El Picón de Jeres, el barranco del Alhorí y las Paratas de Chorreras Negras desde Postero Alto

Refugio de Postero Alto

La primera parte del camino atraviesa pinares de pino silvestre plantados durante las grandes repoblaciones de los años cincuenta y sesenta. A pesar de ser un bosque "cultivado" abundan en los claros  majuelos y endrinos, estos en su variedad autóctona y endémica (Prunus ramburii). Desperdigados por aquí y por allá las ruinas de viejos cortijos abandonados, corrales y albercas. En lo que fueron huertas los chopos, castaños y frutales apuntaban ya el otoño.

El día no era claro del todo, con nubes altas y una luz apagada

Iniciamos la ruta por el Sulayr entre pinares repoblados hace ya bastantes años

En los claros del pinar, endrinos

Los chopos anunciando el otoño



Agracejo y escaramujo (Tapaculos)

Majoletas

Viejos majuelos

Camino del río

Cruzamos la parte baja del Alhorí

Ruinas de cortijos abandonados

Viejas huertas




Y conforme se gana altura van desapareciendo los pinos que se sustituyen por la típica vegetación de altura, enebros y sabinas rastreras, piornos y en las hondonadas, praderas y algún borreguil.

Conforme se sube van desapareciendo los pinos

Y aparecen los piornos

Agracejo a contraluz

Al fondo fue donde se estrelló el avión

Sin parar de subir...

Los Prados del Tesoro
Buena parte del camino se hace junto a la acequia del Corazón que toma el nombre de un nevero del que se nutre. Es una acequia de careo muy bien conservada, toda de tierra y piedra, sin arreglos modernos de tubería y cemento.

Acequia del Corazón

Rústicos partidores



De cuando en cuando se derrama un poco para regar los prados


 



 Las acequias de careo son un sistema de riego de origen medieval pero que se basa en una idea tan puntera como la "recarga artificial de acuíferos". Están siempre en las zonas más altas, justo debajo de los neveros de los que recogen el agua del deshielo. Casi sin perder altura avanzan por las lomas adelante como si no fueran a ninguna parte, sin regar aparentemente nada ni dar uso alguno al agua. Apenas en algún punto derraman algo de agua para mantener los prados húmedos durante todo el verano. Su función, que por supuesto la tienen, es llevar el agua hasta determinados puntos alejados de los barrancos y ríos donde el agua se filtra en el subsuelo. Tragada por la tierra, fluye por sus entrañas hasta reaparecer más abajo en fuentes y veneros junto a los pueblos y los cultivos a los que, ahora sí, riega. Buena parte de la red  de careo, que se extiende todo alrededor de Sierra Nevada, está en uso. Si se perdieran las acequias esos pueblos y cultivos quedarían de secano.

Un descanso en Chorreras Negras pare beber agua y comer algunas pasas y pistachos

Lacalahorra con su magnífico castillo

Van apareciendo nubes





Bajo las nubes Jeres del Marquesado y las plantas solares
El lugar donde se produjo el accidente del avión produce asombro porqu8e es un falso llano, en realidad una pendiente moderada, muy pequeño y rodeado de tajos por arriba y por abajo. Además de la pericia del piloto y de la intercesión de alguna virgen o santo, la gran acumulación de nieve amortiguó el impacto explicando que sobrevivieran todos (a pesar de las armas de fuego, casi lo más peligroso en aquel trance).

En este "llanete" se posó el avión

Panel explicativo

Por los pedregales camino del Alhorí

Desde la circunstancial pista de aterrizaje hicimos la vuelta por el barranco del Alhorí. Nace este río en el circo formado al abrigo del  Picón de Jeres y Puntal de las Juntillas, ambos por encima de los tres mil metros. Es lugar abrupto y rocoso. Tiene la mayor fama en primavera,  cuando las aguas bajan embravecidas entre las últimas nieves formando arcos y túneles bajo los hielos. En octubre resulta menos espectacular pero aun así, los primeros colores del otoño y los ecos del agua saltando entre las piedras hacen de él un rincón hermoso y no demasiado conocido de la alta montaña nevadense.

La comida por una vez no fue tal pues a causa de las prisas se redujo a  unas simples raciones de batalla en bar de carretera. No hubo ni morcilla! Otra vez será. Pero no pasamos hambre ni mucho menos sed, no hay cuidado.

La niebla va ocupando las alturas. Al final no fue nada.

Barranco del Alhorí

Toques otoñales





El ganado en los prados...

Y los machos en los barrancos

No hay comentarios:

Publicar un comentario